Residuos plásticos. Se emiten más de 52 millones de toneladas métricas anualmente
CIUDAD DE MÉXICO. El estudio Inventario de emisiones locales y globales de contaminación por macroplásticos de Joshua W. Cottom, Ed Cook, y Costas A. Velis publicado por la revista Nature señala que 52.1 millones de toneladas métricas de residuos plásticos se emiten anualmente al ambiente.
La cifra anterior representa el 21% del total de residuos plásticos municipales generados, que asciende a 251.7 millones de toneladas métricas.
Las principales razones por las que estos residuos no fueron gestionados se debe a diversos factores, el principal, según revela el estudio, es gracias a que los residuos no fueron recolectados.
Otro factor, es la quema al aire libre, que representa una fuente importante de emisiones, con un 57% de los residuos plásticos quemados en fuegos no controlados. Y por último, la mala gestión del sistema de reciclaje.
El trabajo recibió financiamiento parcial del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat), y también contó con apoyo en especie de la Universidad de Leeds. Además, varios colaboradores y analistas de datos contribuyeron al estudio, incluyendo a Y. Gavish, A. Savvantoglou, C. Gonzales, y M. Harkness, entre otros, quienes ayudaron en la limpieza de datos, análisis y diseño gráfico.
El estudio también se benefició de la colaboración con diversas organizaciones y expertos en el ámbito de la gestión de residuos y la economía circular, lo que resalta la importancia de un enfoque multidisciplinario en la investigación sobre la contaminación por plástico.
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Latam y las emisiones de residuos plásticos
En el caso de América Latina y el Caribe las emisiones de macroplásticos varían significativamente entre municipios. Se identifican puntos críticos donde las emisiones per cápita son notablemente altas, como en Paraguay, Belice y Haití, mientras que países como Uruguay y Chile presentan emisiones más bajas.
El estudio refleja que una gran parte de los residuos plásticos generados no se recolecta adecuadamente, esto es especialmente crítico en áreas urbanas donde la infraestructura de gestión de residuos puede ser insuficiente.
Otro aspecto que resalta el estudio es el crecimiento de las zonas urbanas y la necesidad de aplicar políticas efectivas que incentiven la economía circular y la educación sobre la gestión de residuos.
Situación en México
Aunque el documento no proporciona cifras específicas para México, se puede inferir que el país enfrenta desafíos similares a los de otros países de la región, como la gestión inadecuada de residuos y la alta proporción de plásticos no recolectados. Sin embargo, el mapa muestra algunos puntos o municipios que tienen una buena gestión.
En general, México ha estado trabajando en mejorar su infraestructura de gestión de residuos, pero aún enfrenta problemas significativos relacionados con la recolección y el tratamiento de residuos plásticos.
De acuerdo con el documento, el estudio utilizó un enfoque de análisis de flujo de materiales probabilístico (MFA) que incorpora simulaciones de Monte Carlo y modelos de regresión aleatoria cuantílica para predecir datos no medidos y mapear flujos de residuos a través de 81 procesos en sistemas de gestión de residuos
El propósito del estudio fue crear un método de inventario de contaminación de macroplásticos para establecer una base y monitorear las emisiones a escala local, en el que se puedan aplicar acciones puntuales.
Un inventario de este tipo podría servir de base para una evaluación más detallada y completa de posibles intervenciones.
“Una vez que los macroplásticos han ingresado al medio ambiente, eliminarlos es un desafío técnico y económico y, con el tiempo, inevitablemente se fragmentarán en innumerables microplásticos, lo que dificulta aún más los esfuerzos de limpieza”, señala el estudio.
Además, el estudio pide que se agregue a los debates en las negociaciones del Tratado sobre los Plásticos. Ya que de acuerdo al modelo, se queman más residuos plásticos de los que se emiten como escombros en todo el mundo, lo que libera una gran cantidad de sustancias potencialmente peligrosas y emisiones que influyen en el clima y que pueden tener un impacto sustancial en la salud humana y los sistemas ecológicos.
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