Residuos

Reducir la contaminación evitará aparición y propagación de superbacterias

Reducir la contaminación evitará aparición y propagación de superbacterias
Reducir la contaminación evitará aparición y propagación de superbacterias

NAIROBI. Reducir la contaminación de las industrias farmacéutica, agrícola y de atención médica es esencial para reducir la aparición, propagación y propagación de superbacterias, cepas de bacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos y otros patógenos resistentes a los antibióticos. Antimicrobianos (conocidos como resistencia a los antimicrobianos). 

Ese es el mensaje principal de un informe publicado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) sobre la dimensión ambiental de la resistencia a los antibióticos, que ya está afectando gravemente la salud humana, animal y vegetal y la economía. 

Durante la Sexta Reunión del Grupo de Liderazgo Mundial sobre la Resistencia a los Antimicrobianos que tuvo lugar en Barbados se presentó el informe Preparándose para los supermicrobios: fortalecimiento de las medidas ambientales relativas a la respuesta por el enfoque ‘Una sola salud’ ante la resistencia a los antimicrobianos

El informe hace un llamamiento por una respuesta multisectorial mediante el enfoque ‘Una sola salud‘. Esta solicitud secunda el trabajo de la Alianza Cuatripartita, conformada por el PNUMA, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

“La crisis ambiental de nuestro tiempo también es una crisis de derechos humanos y geopolítica: el informe sobre la resistencia a los antimicrobianos publicado por el PNUMA hoy es otro ejemplo de inequidad en el sentido de que la crisis por la resistencia a los antimicrobianos está afectando desproporcionadamente a los países del Sur Global”, declaró la primera ministra Mia Amor Mottley, presidenta del Grupo de Liderazgo Mundial sobre la respuesta ‘Una sola salud’ a la Resistencia a los Antimicrobianos. 

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La resistencia a los antimicrobianos (AMR) ocurre y se propaga cuando los medicamentos antimicrobianos utilizados para prevenir y tratar infecciones en humanos, animales y plantas no funcionan, lo que pone a la medicina moderna en riesgo de no poder tratar incluso infecciones leves.

La resistencia a los antimicrobianos está incluida en la lista de la Organización Mundial de la Salud de las diez principales amenazas mundiales para la salud humana. De hecho, aproximadamente 1.27 millones de muertes en todo el mundo en 2019 se atribuyeron directamente a la infección por patógenos resistentes a los medicamentos; al mismo tiempo, 4.95 millones de muertes en todo el mundo se atribuyeron a la resistencia a los antibióticos (RAM bacteriana, esta cifra incluye la causalidad inmediata aplicable a todos los tipos de RAM).

Se estima que para 2050 la resistencia a los antibióticos podría matar hasta 10 millones de personas al año. Los 6 millones de muertes causadas por la resistencia a los antibióticos en todo el mundo equivalen a la tasa mundial de mortalidad por cáncer en 2020.

El costo económico de la resistencia a los antimicrobianos podría significar una caída en el PIB de al menos $3.4 billones anuales para 2030, empujando a 24 millones de personas a la pobreza extrema. 

La triple crisis planetaria provoca temperaturas más altas, patrones climáticos extremos, contaminación biológica y química y cambios en el uso de la tierra que alteran su diversidad en microorganismos. Todos estos factores aceleran la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).

Medidas para evitar la aparición de superbacterias 

El informe destaca un conjunto integral de medidas para hacer frente tanto al declive del medio ambiente como al aumento de la resistencia a los antimicrobianos, en particular mediante estrategias que permiten combatir las fuentes clave de contaminación por: el saneamiento deficiente, el alcantarillado y los desechos comunitarios y municipales.

  • crear marcos sólidos y coherentes de gobernanza, planificación, regulación y legislación a nivel nacional, y elaborar mecanismos de coordinación y cooperación;
  • multiplicar los esfuerzos mundiales dirigidos tanto a mejorar la gestión integrada de los recursos hídricos como a promover el abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene, teniendo como objetivos limitar la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos en el medio ambiente y reducir las infecciones y la necesidad de recurrir a los medicamentos antimicrobianos;
  • impulsar a los países a que integren un enfoque ambiental en sus planes nacionales de acción relativos a la resistencia a los antimicrobianos, al tiempo que integran las consideraciones de la resistencia a los antimicrobianos en los planes de acción relacionados con el medio ambiente, por ejemplo: los programas nacionales de gestión de los residuos y de la contaminación química, los planes de acción en materia de biodiversidad nacional y la planificación frente al cambio climático;
  • establecer estándares internacionales relativos a los indicadores microbiológicos adecuados de resistencia a los antimicrobianos a partir de muestreo ambiental, que pueden usarse para fundamentar la toma de decisiones en materia de reducción de riesgos y crear incentivos efectivos de implementación de los estándares;
  • explorar opciones para atraer inversiones, establecer incentivos y sistemas financieros nuevos e innovadores, así como justificar la conveniencia económica de las inversiones para garantizar una financiación sostenible, incluida la asignación de recursos nacionales suficientes para hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos;
  • reforzar el monitoreo y vigilancia ambiental, así como dar prioridad a la investigación científica con el fin de obtener más datos y evidencia que fundamenten mejor las medidas por ejecutar.

La resistencia a los antimicrobianos (RAM) requiere una respuesta mediante el enfoque “Una sola salud” que tenga en cuenta que la salud de las personas, de los animales, de las plantas y del medio ambiente están estrechamente vinculadas y son mutuamente dependientes. La prevención constituye el núcleo de la acción que se necesita para detener la aparición de la resistencia a los antimicrobianos y, justamente, el medio ambiente es una parte clave de la solución. El hecho de fortalecer de manera integral y coordinada la acción ambiental en la respuesta a la RAM va a reducir el riesgo y los perjuicios que suponen para los seres humanos y la naturaleza, al tiempo que va a ayudar a hacer frente a la triple crisis planetaria.

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