Más de 20 gobiernos pidieron poner pausa a la minería marina
Kingston, Jamaica — Las negociaciones de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) finalizan cuando las empresas mineras de aguas profundas no obtienen luz verde inmediata para comenzar a saquear los océanos. La oposición a la minería marina dentro de la ISA está aumentando, con más de 20 gobiernos pidiendo una pausa.
“La industria minera de aguas profundas se estaba preparando para hundir sus dientes mecánicos en el fondo del océano, pero su apuesta fracasó ya que subestimaron seriamente la importancia de la ciencia y la equidad en una empresa meramente especulativa y con fines de lucro. Las grietas están apareciendo en lo que hasta la fecha ha sido una fortaleza para los intereses de la industria como resultado de una mayor conciencia y movilización pública. Está claro que la mayoría de los gobiernos no quieren que su legado sea dar luz verde a la destrucción de los océanos”, dijo Louisa Casson, activista de Greenpeace International Oceans.
Las decisiones adoptadas por el Consejo de la ISA el 21 de julio significan efectivamente que la mayoría de los países, incluidos Brasil, Costa Rica, Chile, Vanuatu, Alemania y Suiza, no cedieron a la presión de la industria, apoyada por naciones como Noruega, Nauru y México: para acelerar las reglas para la minería marina.
El líder de la industria The Metals Company vio caer en picada el precio de sus acciones a medida que los mercados reaccionaron a la noticia.[1] Sin embargo, la ISA aún no logró cerrar un vacío legal para que las empresas comiencen a explotar el próximo año.
TE PUEDE INTERESAR: ONGs piden al gobierno mexicano oponerse a la minería submarina
En la Asamblea de la ISA esta semana, las naciones a favor de la minería reaccionaron intentando silenciar la creciente resistencia a la minería en aguas profundas en el mismo lugar donde se supone que se negociará: China se opuso a una propuesta de los gobiernos de América Latina, el Pacífico y Europa para hacer espacio para el debate.
Tales intentos de restringir la oposición a la minería marina fueron más allá de la mesa de negociaciones, ya que la Secretaría de la ISA, frecuentemente acusada de estar demasiado cerca de la industria, restringió a los periodistas y reprimió protestas pacíficas durante las reuniones.
“Los inversores que miren lo que sucedió la semana pasada solo verán una industria desesperada tratando de mantener la ilusión de que tiene futuro. Si la minería en aguas profundas fuera realmente tan sostenible como afirman los mineros y sus corazones estuvieran realmente dedicados a ayudar a la crisis climática, ¿por qué bloquear la disidencia?”
“Ha quedado claro durante estas semanas que presionar irresponsablemente para explotar las profundidades del mar en medio de una crisis climática no solo es imprudente sino políticamente tóxico. El mundo está luchando contra la minería en aguas profundas: hay una gran lucha por delante, pero la lucha continúa”, añadió Casson.
El mundo se está dando cuenta de la importancia de la amenaza de la minería marina. Al llamado de los pueblos indígenas se están uniendo personas de todo el mundo:37 instituciones financieras, más de 750 científicos yl a industria pesquera también han pedido un alto.
“En el Pacífico, el océano es querido para nosotros. Informa nuestras vidas y quiénes somos como pueblo. El espectro de la minería marina plantea muchas preocupaciones que nos recuerdan los legados que nuestra región ha sentido de otras industrias extractivas coloniales y la bárbara era de las pruebas nucleares. Hacemos un llamado a los líderes mundiales para que sean mejores administradores de nuestro océano uniéndose al llamado a una moratoria”, dijo Joey Tau, activista de Pacific Network on Globalization (PANG) con sede en Suva, Fiji.
Greenpeace cree que la forma de detener esta industria es a través de una moratoria que se centre en implementar la protección y que requiera que más gobiernos se pronuncien para salvaguardar el océano.
