Califica Greenpeace como fracaso las negociaciones del Tratado Global de Plásticos
La quinta sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (INC5) para un Tratado Global de Plásticos concluyó sin alcanzar un acuerdo definitivo, aunque se acordó una nueva reunión para la negociación final. Este retraso prolonga las decisiones críticas necesarias para enfrentar la crisis de contaminación plástica que afecta al planeta.
Graham Forbes, líder de la delegación de Greenpeace para las negociaciones, calificó el resultado como un alto costo para el medio ambiente y las comunidades más afectadas: “Cada día que los gobiernos permiten a los contaminadores inundar el mundo con plástico, todos pagamos el precio. Este retraso trae consecuencias fatales para las personas y el planeta”.
Sin embargo, Forbes destacó un avance importante: más de 100 Estados miembro se negaron a aceptar un acuerdo que no contemplara acciones efectivas, comprometiéndose a luchar por un tratado ambicioso en las próximas reuniones.
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Expectativas para la próxima negociación
Greenpeace enfatizó la necesidad de que los países con mayor ambición rompan la influencia de la industria de combustibles fósiles y petroquímicos para garantizar un tratado que incluya:
- Objetivos globales vinculantes para reducir la producción de plástico.
- Prohibiciones efectivas sobre plásticos de un solo uso.
- Estrategias de reutilización y protección contra químicos peligrosos.
- Un plan de financiamiento equitativo para implementar las medidas.
“Estamos en una encrucijada histórica”, advirtió Forbes. “Los países deben usar su poder para garantizar un proceso justo e inclusivo que priorice a las comunidades más afectadas por la contaminación plástica”.
Presión global para un tratado efectivo
El fracaso en Busan subraya los desafíos políticos y económicos que enfrentan las negociaciones. A pesar de los obstáculos, Greenpeace destacó la determinación de los países que buscan proteger la salud, la biodiversidad y el clima. Según Forbes, la próxima reunión representa la última oportunidad para asegurar un acuerdo que beneficie al planeta y a las personas más vulnerables frente a la crisis plástica.
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