Greenpeace pide detener el tramo 5 del Tren Maya por violaciones a la ley
Ciudad de México. La organización Greenpeace México destacó que la Manifestación de Impacto Ambiental Regional (MIA-R) del tramo 5 norte del Tren Maya, que gestiona Fonatur, presenta información falsa, es carente de información, presenta incongruencias y niega la presencia de comunidades indígenas.
En un comunicado la organización señala que FONATUR violó el artículo 28 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente(LGEEPA) y el artículo 93 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), al iniciar las obras, previo al ingreso de la MIA-R.
Además señaló que existen evidencias satelitales y del sitio, en las que se muestran que las actividades del proyecto fueron iniciadas previo a la autorización.
Al igual que con el tramo sur del tramo 5, en el tramo norte no se cuenta con la MIA-R aprobada ni existen medidas de prevención, mitigación, compensación y sus respectivos programas ambientales verificados y validados por la autoridad ambiental.
Así, FONATUR atenta contra el Artículo 4to. Constitucional y contra el derecho humano a un medio ambiente sano. Además, incurre en incumplimiento al Convenio sobre la Diversidad Biológica, ya que al no realizar una evaluación ambiental mínima y necesaria no se cumple con el principio precautorio.
La ONG señala que hay múltiples faltas de carácter preventivo por parte de FONATUR a la LGEEPA, LDGDFS y sus respectivos reglamentos. Ha violentado los instrumentos de ordenamiento ecológico, desde el Programa de Ordenamiento General del Territorio,
Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y Regional del Golfo de México y Mar Caribe, Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Solidaridad, Quintana Roo.
Así como Ley de Derechos, Cultura y Organización Indígena del Estado de Quintana Roo, porque FONATUR niega la presencia de comunidades indígenas, aún cuando, de acuerdo a la Dirección General de Atención a Grupos Prioritarios, en el municipio de Solidaridad se encuentran 75 localidades indígenas mientras que en el municipio de Benito Juárez se ubican 123 localidades indígenas, por lo que es claro, de acuerdo a la Dirección General de Atención a Grupos Prioritarios y al Atlas de pueblos indígenas del INPI, que existen comunidades indígenas en el área de influencia del proyecto.
Adicionalmente, en el análisis técnico de la MIA-R realizado por expertas y expertos independientes para Greenpeace México. FONATUR presenta información errónea al señalar que no identificó corredores biológicos, siendo, tan solo un ejemplo, que el área del proyecto es de importancia para la conservación del jaguar.
El proyecto tendrá un grave impacto en la fragmentación del hábitat, el cual no fue cuantificado; y la mitigación no fue evaluada por la promovente. Los pasos de fauna que propone FONATUR para promover la conectividad del paisaje no se encuentran respaldados por ningún estudio que justifique su ubicación, dimensiones o tipo, por lo que resulta imprecisa y cuestionable su efectividad.
No se incluyen estudios hidrológicos ni los estudios de mecánica de suelos que garanticen la presencia o ausencia de cavernas, secas o inundables y en consecuencia no presenta un programa de monitoreo del mismo.
Incluso FONATUR se contradice al mencionar que no hay riesgo de colapso por karsticidad, sin embargo, más adelante en el documento menciona que “existen antecedentes de colapsos en superficie, en relación con vías de comunicación”, en específico en la carretera entre Cancún y Tulum entre el km 307+650 y en el km 265+500.
“Los estudios hasta el momento no son suficientes para poder decretar que el proyecto está libre de riesgos y además no hay suficientes elementos que la SEMARNAT pueda evaluar como para poder considerar el proyecto como viable en el factor de seguridad y ambiental y por ende autorizar el trámite en materia de impacto ambiental” declaró Viridiana Lázaro, especialista en agricultura y cambio climático de Greenpeace México.
También FONATUR declara en la MIA-R que “se asegurará que el grosor de la capa superior de la cueva sea lo suficientemente resistente para soportar el peso del tren, en caso de que no lo sea, la cimentación no deberá invadir más del 40% del volumen de la cueva”. Dicho valor no presenta una justificación científica ni técnica. Adicionalmente, resalta la carencia de información en un factor que juega un rol de suma importancia, pues su omisión o los errores en el diseño pueden representar graves daños a la infraestructura del proyecto y a los usuarios y operadores del servicio que promoverá el proyecto.
Especies afectadas por las obras del tren maya
Por lo tanto, la MIA-R tramo 5 norte se debe negar de acuerdo al artículo 35 fracción III de la LGEEPA porque contraviene lo establecido a la misma LGEEPA, sus reglamentos, las normas oficiales mexicanas y demás disposiciones aplicables; la obra afecta a especies en peligro de extinción como: Ateles geoffroyi (Mono araña), Allouata pigra (Mono aullador), Leopardus pardalis (Ocelote), Leopardus wieddii (Tigrillo), Panthera onca (Jaguar), Eira barbara (Viejo de monte), Tayassu pecari (Pecari de labios blancos) y Trichechus manatus (Manatí del Caribe), de mastofauna voladora; Vampyressa thyone (Murcielaguito Norteño de Orejas Amarillas) aunque en la MIA-R solo menciona a 3 especies en esta categoría.
Análisis técnico de la MIA-R tramo norte llevado a cabo por Greenpeace puedes hacerlo en este link.