Cultura y el INAH presentan exposición Arena y metal. Tras los barcos de Cortés
La llegada de Hernán Cortés a Mesoamérica está envuelta en múltiples controversias y mitos, uno de ellos es la quema de sus naves para evitar que la tripulación regresara a Cuba. Gracias a documentos históricos se sabe que no fueron incineradas, sino hundidas, en la Villa Rica de la Vera Cruz, en 1519.
Con este motivo, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Centro INAH Tlaxcala y el Museo Regional de la entidad, presentan la exposición Arena y metal. Tras los barcos de Cortés, integrada por 20 fotografías y 12 piezas escultóricas del artista tlaxcalteca Pablo Olivera.
A partir del 14 de julio, a las 12:00 horas, podrá ser apreciada la muestra en el Claustro Bajo del recinto. Se trata de 20 imágenes que detallan el trabajo realizado por la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH; son piezas que dialogan con 12 esculturas contemporáneas en metal, de Olivera, cuya obra se inscribe en la corriente histórica de la nueva escultura mexicana.
Desde el año 2018, el INAH lleva a cabo el proyecto “Arqueología Subacuática en la Villa Rica y los pasos de Francisco del Paso y Troncoso en 1891”, a cargo del arqueólogo Roberto Junco Sánchez, con el objetivo de encontrar los navíos hundidos por Cortés. Las imágenes fueron captadas con una cámara subacuática, entre 2018 y 2019, a 12 y 15 metros de profundidad.
La muestra surge por iniciativa del Museo Regional de Tlaxcala, con la idea de hacer una exhibición transdisciplinaria, que conjunte los trabajos arqueológicos con el arte.
De esta manera, los asistentes a la exhibición podrán apreciar fotos de trabajos como la prospección subacuática, la búsqueda de los objetos bajo el sedimento, la excavación en puntos donde ha habido hallazgos, entre otras labores.
Ello permitirá al público conocer la labor que el INAH desarrolla en esta disciplina, así como aspectos sobre la búsqueda de las embarcaciones, cuya importancia radica en que son navíos muy tempranos en el proceso de descubrimiento del continente americano.
Por su parte, las esculturas de Olivera rescatan ecos de antiguos utensilios y herramientas de metal que sugieren el paso del tiempo por su piel de óxido. El artista recurre al volumen al que da formas que revelan detalles de la historia, presentando así, lo que él denomina “una conversación —entre las esculturas— con los hallazgos e investigaciones del arqueólogo Roberto Junco”.
Esta exposición dará la posibilidad al visitante de encontrar otras narrativas de la historia y de recrear los ecos del pasado que suenan en nuestro presente.
También se contará con la réplica de una armadura española del siglo XVI y un cañón, que forman parte de la colección del museo. De igual forma, una maqueta prehispánica modelada en barro representa un templo, metáfora e imagen de las montañas sagradas, que evoca el impacto generado entre los pueblos mesoamericanos tras la noticia del avistamiento en el mar de casas o montañas flotantes, en referencia a los navíos europeos.
Previo a la inauguración de la exposición, se realizará un concierto de música barroca y contemporánea en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, parte del ex Convento franciscano que es un referente del encuentro, hace 500 años, con los hispanos.
La exhibición permanecerá hasta el 30 de octubre de 2022, en el museo ubicado en la Calzada de San Francisco s/n, en el Centro de la ciudad de Tlaxcala. Con horarios de martes a domingo, de 10 a 18 horas, costo de acceso: 70 pesos. Se aplicarán los protocolos sanitarios pertinentes.